Identidad Digital y Menores

Los menores de edad y la creacion de su identidad online


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Los ciberacosadores suplantan y denigran sistemáticamente la identidad digital de sus víctimas

(Reproducimos resumido y adaptado un magnífico artículo de Ángeles López para La Razón, que narra con detalle un grave caso de ciberacoso contra una mujer.)

ilustración ciberacoso violencia sexual contra la mujer a través de Internet y otras TICMás de dos años, cerca de novecientos días con sus correspondientes noches, lleva siendo objeto de ciberacoso. Un psicoterror lento, calculado y perfectamente dosificado por un depredador online dispuesto a convertir su PC, móvil o tablet en un campo de concentración. Al despertar cada mañana no sabe por dónde le puede caer la guadaña psíquica: podría ser un email intimidatorio, ver su foto –junto a su nombre, teléfono y dirección– asociados a páginas de prostitución, comprobar que su identidad ha sido suplantada en la Red o recibir decenas de llamadas y otros tantos SMS. Ha visto reducidas sus ofertas laborales «la gente recela de trabajar con alguien que puede ser problemática». «Al final el ‘‘calumnia, calumnia’’ de Molière, funciona», expresa conmocionada.

No en vano, J., el acosador, intenta cercar su vida emocional, social y laboral, falseando su identidad en Facebook, Twitter o Youtube para añadir a sus amigos, para saber de sus movimientos, e incluso se ha personado en su entorno laboral para difamarla ante sus compañeros tildándola de prostituta especializada en sexo oral… «Las amenazas y peticiones de perdón se suceden alternativamente en los distintos medios tecnológicos que poseo», refiere ella, la acosada, artista multidisciplinar, fotógrafa, bloguera y DJ de 28 años. Hasta que hace unas semanas el acoso dejó de ser virtual: en la acera y fachadas de su vivienda, se puede leer junto a un corazón graffiteado: «P. te amo».

«Tengo un pensamiento, como un ‘‘leiv motiv’’ recurrente: terminar con mi vida. No puedo más. Estoy sitiada, sin ofertas laborales porque se ha ocupado de dinamitármelas, sin ganas de salir de casa y en tratamiento psiquiátrico por estrés y ansiedad. Por no hablar de la abulia y el insomnio que padezco». El macabro ataque se ha redoblado cuando su acosador ha recibido una citación del juzgado para el mes próximo. Además, una de las tres denuncias se ha convertido en causa penal, a instancias del Ministerio Fiscal.

«Antes que ciberacosador, cualquier individuo que acomete tales prácticas es, simple y llanamente, acosador. Da igual si los motivos son ridiculizar a un estudiante (ciberbullying) o presionar a un adulto para mantener una relación: la focalización y obsesión, son idénticas, sólo que Internet se presenta como un caldo de cultivo más impune, aunque sólo teóricamente», aclara Iñaki Piñuel, profesor de la Universidad de Alcalá, psicólogo clínico y experto en acoso. No en vano, explica, el acosador persigue aterrorizar a la víctima y no pocos están persuadidos de que tienen una causa justa para asediarla pues merece ser castigada. Cada macabro canal de destrucción psicológica tiene su intrahistoria. El inicio de este tipo de «grandes enemistades» es tan antiguo y patológico como desoír un no por respuesta.

Chica guapa de 28 conoce a un tipo que le supera en casi una década. Se toman una copa con amigos y él se lleva una negativa de ella para iniciar cualquier tipo de relación sentimental. Aunque en un primer momento se intercambiaron los teléfonos y se añadieron mutuamente a Facebook, tras un primer desencuentro, P. y sus amigos le expulsan de todos sus muros de las redes sociales. Pero su comportamiento fue de manual: falsas acusaciones para dañar su reputación, publicación de información falsa en sites –crea sus propios webs, páginas de redes sociales, blogs o fotologs para su propósito–, recopilación de información a través de amigos o compañeros de trabajo para conocer los movimientos de «su presa».

Sólo así saben el resultado de sus difamaciones; a menudo monitorizan las actividades de la víctima e intentan rastrear su dirección de IP en un intento de obtener más información sobre ésta o de que gente extraña se pueda adherir a su agresión. «El problema del acosador es que el obstáculo que les pone su víctima de no querer saber de ellos, aumenta su deseo. Cuánto más se quiere retirar ella, más se obsesiona él», resume el experto Iñaki Piñuel. «Incluso incurren en la falsa victimización y el acosador puede alegar que su presa le está acosando a él», matiza Sara Solano, directora del Gabinete Psicológico Ecubo. P. asiente al escucharlo: «Cuando se entera de que le he denunciado la primera vez, duplica sus esfuerzos: se hace pasar por mí en las redes (sociales), se pone en contacto con los diseñadores que me contrataban o con fotógrafos con los que he trabajado para decirles que soy adicta a las drogas, anoréxica o seropositiva, también que practico la zoofilia, que mantengo relaciones sexuales con mis propios padres… O me llama bajo falsas identidades para ofrecerme trabajos, hasta que me doy cuenta de que es él».

La omnipresencia y difusión instantánea de la Red provoca que el ciberacoso pueda llegar a ser tanto o más traumático que el físico: «Al levantarme, escribo mi nombre para ver qué se le ha ocurrido decir de mí: rastreo todos mis perfiles falsos para borrar todos los comentarios, sé que recibiré incesantemente llamadas o SMS, de amigos o de profesionales de mi medio, que terminan pensando que me he vuelto loca escribiéndoles salvajadas inimaginables, que por supuesto no he escrito. Provoca una vulnerabilidad total. Porque, a día de hoy, ni siquiera tengo una orden de alejamiento», explica P. Al ser una agresión no presencial, el ciberacosador no tiene contacto con la víctima, «no ve sus ojos, su dolor, con lo cual difícilmente podrá llegar a sentir empatía o tener compasión. Obtiene satisfacción en la elaboración del acto violento y al imaginar el daño ocasionado en el otro, ya que no puede vivirlo in situ», aclara la terapeuta Sara Solano. «El acosado –añade Piñuel– puede tener secuelas de por vida si no es tratado a tiempo».

Maltratar es sencillo

Para según qué tipo de acoso, no hay por qué tener ninguna pericia técnica. «Hoy día cualquiera sabe crear una cuenta de correo. Basta con que sepa tu número de teléfono para que pueda poner un anuncio en una red de contactos y saturarte el teléfono ofreciendo sexo gratis en tu nombre. A menudo tiene que ver más con una cuestión de ingenio. Otra cosa muy distinta sería querer robar datos de tu ordenador o móvil para luego publicar información privada o fotografías tuyas en cualquier página web. En ese caso sí que se necesita algo más. Por lo general un ciberacosador no tiene por qué tener ningún conocimiento técnico avanzado», explica Juan Carlos Jiménez, Ingeniero Informático y Experto en Tecnologías de la Información.

«El final de mi mundo conocido». Así denomina la propia P. el momento en que le interpone una segunda denuncia –en febrero de este año– por coacción, amenazas, suplantación de identidad y daños morales. Tras rellenar un extenso formulario en comisaría, pidió abogado de oficio, ayuda psicológica y una orden de alejamiento. Nunca tuvo noticia de ninguna de las tres cosas. Pasados los meses, y al ver que no se la llamaba para juicio, intenta informarse «y me dicen que si no voy con un abogado y un procurador no pueden informarme sobre el proceso».

Y añade: «Contraté ambas figuras legales y nos enteramos de que en lugar de como “parte” acudiré al juicio el mes próximo, sólo como víctima y testigo».

Es decir, no está personada en la causa «porque no es parte, por lo que tampoco puede tener acceso a las copias del escrito de acusación ni saber el dossier de investigación que ha recabado la Policía», resume su abogado, quien prefiere mantenerse en el anonimato, por preservar la identidad de su defendida. «Pero el Ministerio Fiscal se está portando de maravilla porque ha pasado de ser considerada una posible falta a un posible delito».

Desde el momento en que J. –operario en paro que vive con sus padres– ha recibido la citación judicial se ha ocupado de redoblar esfuerzos «torturadores» por todos los medios tecnológicos conocidos. «¿Acaso quiere su momento de gloria?… ¿Te torturo porque eres mía?», resume P.

Psicópatas que buscan el suicidio de su víctima

Rasgos propios de un trastorno narcisista de la personalidad y de un psicópata, según la suma de diversos autores. Hablamos de «un depredador moral» que plantea su relación con los demás como un juego mortal. Una partida de ajedrez en la que él mueve todas las piezas pero teniendo maniatado a su adversario.

«Acostumbran a acosar en serie, pero no en paralelo, lo que quiere decir que, por sus biografías, producirán esta conducta de forma permanente.. Primero una, luego otra, y otra –explica Iñaki Piñuel–, mientras, la víctima se siente indefensa o, en algunos casos, culpable, pero siempre sufre un aislamiento psíquico. No tienen por qué ser personas débiles psicológicamente, muy al contrario, puede ser que se enfrenten directamente a su acosador. Pero ellos siempre intentarán manipular el entorno para ponerlo de su parte».

Mientras el entorno tiende a trivializar la situación –«olvídalo», «no hagas caso»–, el individuo ejerce en un permanente gutta cavat lapidem su violencia sin huella. El fin no es destruir a su presa de forma rápida, sino someterla lentamente hasta dejarla paralizada y disfrutar del interín. Es como un crimen perfecto, porque la mayor parte de los casos no es el agresor quien mata, sino el agredido quien se quita la vida.

El suicidio es el mayor triunfo del acosador moral, lo sepa o no. «Pero conmigo no va a poder –sentencia P. con seguridad– ni me hará caer en la tentación de cometer un paso en falso como intentar comunicarme con él o infringirle yo algún tipo de daño o insulto».

La obsesión de J. y el imperativo de notoriedad frente a ella –y el mundo– obedecen a una patología social nueva. Pero, como resume la víctima a modo de despedida: «Colorín, colorado, confío en que cuando le impongan una orden de alejamiento y le caiga la condena que merece, diré que este cuento se ha acabado. Para poder por fin descansar de una vez».

El ciberacoso no está tipificado (como tal) en el Código penal

El uso de las tecnologías con el propósito de dañar a alguien de manera reiterada y deliberada tiene sus consecuencias legales. «El ciberacoso es un fenómeno moderno y, como tal, no está tipificado en el Código Penal. Aun así, la mayor parte de los delitos cometidos a través de las tecnologías de la información sí lo están. Por ejemplo, el artículo 143 del Código Penal castiga con pena de prisión de cuatro a ocho años al que induzca al suicidio de otro. No importa el mecanismo utilizado, o si se induce a éste en persona, verbalmente, por chat, por SMS. La agresión física representa sólo una pequeña parte del total de estas conductas. La justicia es siempre lenta y la creación de leyes y reglamentos aún más. No hay un tremendo vacío pero las cosas están muy lejos de ser perfectas», explica Juan Carlos Jiménez. «Lo que es casi seguro –explica Luis García Pascual, inspector jefe de brigada de investigación tecnológica– es que el ciberacosador puede pasar de la potencia al acto, es decir, de la agresión virtual, a la real».

«Sus muertes fueron como si fueran mías»

«Cuando se suicidó la chica de 15 años Amanda Todd, como esta semana al conocer la del joven holandés, lloré sus muertes como si llorara la mía propia», explica P. También se han producido otros recientes suicidios por ciberbullying y sextorsiones en los EE.UU. y Francia.

Fuente: La Razón. Adaptado por PantallasAmigas.


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El 5,6% de usuarios españoles de redes sociales ha sido suplantado en ellas

Estudio sobre la seguridad de la información y la e-confianza de los hogares españoles, informe anual 2011 (17ª oleada)

El Inteco ha publicado su Informe anual 2011 sobre La seguridad de la información y la e-confianza de los hogares españoles, en el que ha realizado 7.398 entrevistas a usuarios y 14.248 auditorías remotas online a ordenadores domésticos. Entre los resultados obtenidos resaltamos los siguientes:

  • Pese a que el 91,6% de los ordenadores domésticos en España tiene instalado un antivirus, 1 de cada 3 equipos aloja malware de riesgo alto.
  • La mitad de los usuarios cuyos equipos están infectados con malware lo desconocen. Son un 45% de los ordenadores los que alojan algún tipo de código malicioso, generalmente troyanos (36,9% del total de equipos explorados).
  • 4 de cada 10 usuarios no cambian sus hábitos después de sufrir algún incidente de seguridad. El 8,6% ha dejado de compartir en redes de intercambio de archivos, el 6,8% ha dejado de usar software no autorizado. El abandono del comercio electrónico y de la banca electrónica a causa de estos problemas se sitúa en un 5,4 y 4,7% respectivamente.
  • El 27,4% ha afirmado realizar de forma consciente alguna práctica de riesgo cuando usa Internet: la tercera parte ha descargado archivos sospechosos y un 16,1 por ciento ha abierto enlaces no seguros a páginas.
  • El 68% de los encuestados dice haber recibido correos no deseados, y un 20% haber sufrido problemas relacionados con virus informáticos, troyanos y otros tipos de malware.
  • En el 26,6%o de los hogares participantes en el estudio vive un menor de hasta 16 años que utiliza Internet.
  • La supervisión por parte de los padres de los contenidos a los que ha accedido el menor ha pasado en dos años de 58,4 al 72,2%.
  • La comunicación y la implicación de los padres en la navegación del menor se han estancado aunque en un amplio porcentaje de adopción (todas ellas por encima del 60%).
  • Problemas e incidentes que han sufrido los menores y de los que sus padres tienen conocimiento:
    • Acceso a contenidos inapropiados de carácter sexual: 13,1%.
    • Posible aislamiento social: 8,5%.
    • Que el menor facilite sus datos de contacto: 7,1%.
    • acceso a contenidos violentos: 6,9%.
  • Cada vez más usuarios restringen el acceso a su información en las redes sociales: actualmente solo un 8,3% de los usuarios de redes sociales mantienen su perfil accesible para cualquiera, la mitad que hace dos años. También ha aumentado el porcentaje de los que limitan el acceso a sus contactos (51,2%) o a únicamente algunos de ellos (17,3%).
  • Entre las preocupaciones de los españoles acerca de las redes sociales, destaca que el desconocimiento e ingenuidad de los menores puedan ser aprovechados en ellas para abusar de su confianza. INTECO también ha observado cómo estas comunidades online se están convirtiendo en objetivo para los delincuentes, aprovechando el intercambio de información personal que se realiza en ellas y utilizando técnicas de ingeniería social y ataques basados en código malicioso: los atacantes roban las credenciales personales de usuarios para poder enviar desde esas cuentas malware a sus contactos personales, quienes creen que procede de un usuario de su confianza. Así, un 5,6% de usuarios ha declarado haber sido víctima de suplantación de identidad en el segundo cuatrimestre de 2011.
  • Apenas un 8% de los internautas ha asegurado que confía poco o muy poco en Internet frente al 50% que confía mucho o bastante en ella. El 25% ha señalado que no confía lo suficiente en Internet como para utilizar servicios de compra o banca online.
  • El 83,4% ha reclamado que la Administración se implique más en la seguridad de Internet, exigiendo principalmente el desarrollo de herramientas gratuitas (30,1%), una vigilancia más cercana de lo que ocurre en Internet (16,6%) y la adaptación de la legislación para contemplar los nuevos delitos tecnológicos (15,3%).

Fuente: PortalTIC (Europa Press)

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El 5% de los padres, preocupados porque usurpen la identidad de sus hijos en Internet

En su mayoría desean aprender sobre medidas de prevención, sistemas de control parental y el funcionamiento y riesgos de las redes sociales.

Más del 70% de los entrevistados dice compartir el uso de Internet con sus hijos y lo hace una media de 100 minutos a la semana.

Consideran importante y más efectiva la formación de los niños y adolescentes en el centro escolar aunque sin eludir su propia responsabilidad.

PantallasAmigas ha realizado en el último año una encuesta a 1.483 personas, de las que el 80% eran padres y madres y el resto, docentes y profesionales del ámbito escolar implicados con menores entre los 10 y los 16 años. Son personas que, de manera voluntaria, han asistido a las sesiones de sensibilización y formación que en el País Vasco y Navarra ha venido celebrando PantallasAmigas en relación al uso seguro y saludable de Internet, pivotando por lo general en torno a centros escolares o municipios que las habían solicitado.

¿Cómo son las madres y padres o tutores legales que acuden a las sesiones?

Se trata en un 78% de los casos de mujeres que muestran interés y preocupación por el uso de las TIC por parte de sus hijos. En ocasiones, han padecido en primera persona o conocen de cerca algún episodio preocupante en relación al tema.

Su nivel tecnológico (conocimientos generales de informática e Internet evaluado mediante ponderación de una serie de indicadores) es bajo en el 16,3% de los casos, medio para un 55% y alto para el 28,7%. Como ejemplo, se puede citar que el 92% sabe lo que es YouTube, el 85,7% sabe qué es Tuenti, el 66,4% ha realizado alguna vez compras por Internet y 35,8% ha usado Windows Live Messenger.

Compartiendo el uso de la Red con sus hijos

El 80,6,% con hijos entre 9 y 11 años manifiesta usar Internet con sus hijos, cifra que se sitúa en el 71,4% en la edad de 12 a 15 años. Este tiempo de uso compartido se cifra como media en 1,7 horas a la semana que viene a ser la media de uso diaria de la Red por parte de los menores.

Acceso a Internet desde el móvil por parte de los menores

Se ha notado una clara evolución en este sentido. Los datos obtenidos en 2011 muestran un 2,4% de padres que ignoran si sus hijos tienen conexión a Internet en el móvil, mientras que en 2012, el porcentaje baja al 0,4%. Por otro lado, el porcentaje de padres que dicen que sus hijos tienen conexión a Internet desde el móvil se incrementó del 10,4% al 23,9% entre 2011 y 2012.

El creciente uso de smartphones exige un mayor conocimiento y responsabilidad por parte de menores y progenitores

Los riesgos que hay en la Red, según las personas adultas

Antes de iniciar la sesión, para no condicionar el resultado por el desarrollo previo de la misma, se les pregunta «¿Cuáles son los riesgos a los que se enfrentan los menores de Internet?». Los resultados obtenidos, con respuesta múltiple, se presentan en la siguiente tabla:

Acceso a contenidos inadecuados: pornografía, violencia… 58,3 %
Contactos con desconocidos que les puedan hacer daño, en particular con acosadores sexuales pero también poner en contacto con la violencia, las drogas o las sectas… 48,5 %
Pérdida de privacidad y uso inadecuado de su imagen 36,1 %
Adicción, aislamiento y uso abusivo 23,5 %
Ciberbullying 14,4 %
Suplantación de identidad o identidad falsa 5,0 %

El aspecto más destacado es el acceso a contenidos inadecuados, identificado por casi el 60% de los padres. Cabe señalar también que esta preocupación disminuye con la edad de los hijos mientras que la preocupación por el uso abusivo o el cyberbullying aumenta claramente según los adolescentes se aproximan a los 14 o 15 años.

¿Qué desearían tener más claro, conocer mejor, padres y madres?

Ante la pregunta «¿Qué aspectos les gustaría aclarar a lo largo de la sesión?» las respuestas, —que podían ser múltiples— son las siguientes:

Medidas de seguridad, preventivas, qué hacer (uso seguro) 37,2 %
Control parental 32,7 %
Redes sociales: funcionamiento y riesgos 25,7 %
Ciberbullying 4,3 %
Protección de datos y privacidad 4,0 %
Responsabilidad legal 2,3 %
Límite de tiempo 1,8 %

Es evidente que quienes acuden a las sesiones quieren conocer más para prevenir mejor. Según revela Araiz Zalduegi, responsable de formación de PantallasAmigas «en ocasiones desearían tomar medidas concretas como instalar programas de control y supervisión parental. Otras veces, preocupados por un uso abusivo, buscan conocer cuál es el tiempo máximo razonable que se les debe permitir o bien dónde está el umbral de lo patológico».

Resulta llamativo que al menos 2 de cada 100 padres estén interesados sobre las responsabilidades legales de las acciones llevadas a cabo por los menores en la Red.

El interés en torno al ciberbullying crece considerablemente en padres y madres con hijos a partir de los 14 años.

Valoración positiva de las sesiones de sensibilización y formación

Tras las sesiones con padres, madres y educadores se realiza una breve valoración que arroja, entre otros, los siguientes resultados y conclusiones:

  • El 81,6% reconoce la necesidad de profundizar en algunos de los temas abordados y el 87% considera que la sesión ha cumplido las expectativas.
  • El 89,6% considera que la metodología basada en la exposición de ejemplos prácticos ha ayudado mucho a la comprensión de la temática.
  • El 17,9% estima que la temática es demasiado compleja para su nivel de conocimientos.
  • El 90,7% cree que la sesión va a resultar de utilidad práctica.
  • El 89,3% dice tener tras la sesión una visión más clara de los riesgos de Internet y su origen.
  • El 89,5% considera que la sesión es algo necesario y aporta grandes cosas.

Es destacable la dificultad que supone dirigirse a un público tan heterogéneo tanto en la capacidad tecnológica como en las expectativas y modelos educativos y, en este sentido, es fácil encontrar una valoración y la contraria en una misma sesión.

El sentir común de los padres sobre la seguridad en la Red: «Que se lo expliquen en clase»

Con diferencia, es la solicitud más frecuente al término de una sesión con padres y madres: «¿Se les explica esto a los chavales en clase?». Reconocen la importancia de tomar medidas de uso responsable en el hogar pero también de que sean adoptadas por los propios adolescentes. En este sentido, reclaman el interés de que desde el centro escolar se trabaje en ese campo. Para no tomar ellos este papel en exclusiva dicen no disponer de capacidad técnica y de persuasión necesaria para ello. Una madre lo expresaba en estos términos: «Sería interesante una charla similar con los niños, ya que aunque los padres les digamos estas cosas no nos creen». Otra de ellas decía: «Es un tema tan amplio e interesante que con una sesión hacemos poco, esto tendría que ser una asignatura para padres a lo largo del curso».

La pérdida de privacidad en las redes sociales exige un ejercicio de responsabilidad por parte de todos.

El Ciberbullying, quebradero de cabeza en los centros escolares.

Por desgracia, los centros viven a menudo una realidad que los desborda: el acoso entre iguales por medio de las nuevas tecnologías. Es un fenómeno en crecimiento que ocasiona graves consecuencias a sus víctimas, distorsiona la convivencia escolar y escapa a las paredes y horarios académicos. Según Jorge Flores Sigue al director de PantallasAmigas en Twitter , Director de PantallasAmigas, «Es muy habitual que nos llamen y nos confiesen, con la esperable discreción, que han tenido algún conflicto entre alumnos que ha saltado en las redes sociales. Es por ello que los centros escolares toman cada vez una mayor conciencia de la necesidad de una intervención preventiva y proactiva. La prevención y la intervención en casos de ciberbullying ha sido siempre una prioridad en nuestro trabajo».

El estudio ha sido posible gracias a la colaboración de las personas implicadas y a Quor, empresa especializada en estudios sociológicos.

3.700 escolares más responsables en el uso de las Internet

Además de trabajar con padres y educadores, el contacto con los menores es vital. Entre los meses de Septiembre y Abril el personal de PantallasAmigas ha formado a cerca de 4.000 escolares (1.200 de primaria y 2.800 de secundaria), en su mayor parte en el País Vasco y Navarra. Según comenta Jorge Flores «para PantallasAmigas es fundamental el contacto directo con la realidad porque ésta cambia mucho y de manera vertiginosa. Las sesiones con niños y adolescentes, con padres y madres, con docentes y con profesionales del mundo educativo son la mejor oportunidad para ello. No obstante, contrastar las intuiciones con agentes como la policía, otros profesionales del ámbito, instituciones o estudios es también una gran ayuda. Al mismo tiempo, tenemos online diversas vías para la consulta y la denuncia de casos que también nos ayudan a conocer los casos más singulares y delicados así como las nuevas tendencias. Es un ejercicio de monitorización permanente».
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El ONTSI presenta un estudio sobre uso de redes sociales en España

El primer estudio sobre el uso de las redes sociales de Internet en España del ONTSI ofrece datos sobre frecuencia de uso, tiempo de conexión, número de contactos o distancia entre los mismos.

Algunos datos que nos resultan relevantes del informe son los siguientes (resaltamos en negrita aquellos datos que tienen que ver directamente con adolescentes):

  • El 47,4% de los entrevistados que se informan sobre productos o servicios a través de las redes sociales se muestran bastante o muy influenciados por dichas informaciones.
  • Los usuarios más activos en Tuenti son los menores de 20 años.
  • El 80,2% de los responsables de recursos humanos de las empresas las emplean como herramienta de selección y publicación de puestos de trabajo.
  • El 49,8% muestran e intercambian fotografías a través de las redes sociales.
  • Sólo un 8% de las mujeres hace nuevos amigos en las redes sociales. Los hombres son más proclives a las nuevas ciberamistades (14%).
  • El 14% cita el conocer gente nueva como un motivo de pertenencia a las redes sociales. El 5% las usa para ligar.
  • El público más joven (16 a 25 años) es más usuario de Tuenti y Youtube, mientras que a partir de los 26 años es Facebook la red social más utilizada.
  • El 80% de los adolescentes muestran preferencia por Tuenti.
  • Los usuarios de 15 años en Tuenti tienen de media más de 150 amigos en dicha comunidad.
  • Entre los 11 y 20 años las redes más usadas* son:
    1. Tuenti: 69%
    2. Messenger: 68,4%
    3. Youtube: 49,6%
    4. Facebook: 32,9%
    5. Fotolog: 8,4%

    (* El estudio hace referencia a otro de la Fundación Pfizer de 2009, con su propia clasificación de lo que consideran redes sociales online.)

  • 66% de los adolescentes las consultan a diario.
  • La herramientas más empleadas por los adolescentes en las redes sociales son principalmente las relacionadas con la carga y el comentario de fotos (más del 50%).
  • El 82,9% de los adolescentes de 1º de la ESO afirmaban en 2010 llevar dados de alta en una red social menos de tres años.
  • Hay un 10% de usuarios de Tuenti que lo usan más de 15 h/semana. El 43% lo usa 4 h ó más a la semana.
  • Hay aprox. un 2% de chicos y chicas de 14 y 15 años que declaran en Tuenti buscar pareja para relación esporádica.
  • Entre los 16 y los 18 años estas son las redes sociales** más utilizadas:
    1. Messenger: 81%
    2. Facebook: 80%
    3. Tuenti: 75%
    4. Youtube: 73%
    5. Foros diversos: 45%
    6. Skype: 39%
    7. Twitter: 21%
    8. Blogs diversos: 21%
    9. Flickr: 11%
    10. Badoo: 8%
    11. Fotolog / Metroflog: 7%
    12. MySpace: 4%
    13. Hi5: 3%
    14. Sonico: 1%

    (** El Estudio hace su particular consideración de qué servicios se incluyen bajo esa denominación.)

  • El 80% de usuarios de 16 a 24 años las usa a diario.
  • El uso diario de blogs se ha incrementado del 20 al 32% de 2009 a 2010.
  • Las funciones más usadas en las redes sociales son:
    • Publicar y comentar fotos
    • Mensajería privada/pública
    • Gestión del perfil
    • Juegos online, marcas comerciales y concursos
  • El 20% de los usuarios de 19 a 25 años se conectan a las redes sociales con sus smartphones.
  • Las mujeres son más activas en Tuenti que los hombres: tienen más amigos, escriben y reciben más publicaciones en los tablones e interactúan con más personas.

Construcción de la identidad digital en las redes sociales

Al respecto de esta cuestión podemos leer en el estudio:

Las redes sociales son una interesante vía de construcción y gestión de la identidad digital de cada usuario. Su empleo permite corregir en gran medida la fragmentación de las identidades digitales consecuencia directa de la gran diversidad de servicios web y herramientas en Internet. Adicionalmente son un importante e interesante catalizador de la convergencia entre la identidad digital y la analógica a través de la construcción y la
gestión del perfil digital constituyéndose una herramienta fundamental para el ciudadano que vive y se desarrolla en la sociedad en red.

También revela que «el 74,8% del total de entrevistados se muestran poco o nada preocupados acerca de lo que otras personas vean o piensen de ellos a través del uso de las redes sociales» y que «la mayoría afirma no haber tenido nunca ningún problema relacionado con su reputación personal o profesional». No obstante, el grupo de edad donde es más frecuente ese tipo de problema es entre los 19 y los 25 años (5,3%). No se aprecia diferencia al respecto en cuanto al sexo de los usuarios.

Riesgos de las redes sociales

El informe destaca como inconvenientes más importantes de las redes sociales:

  • La privacidad es la principal preocupación
  • Suplantación de identidades
  • Posibilidad de que alguien pueda saber o espiar lo que estás haciendo
  • Uso adictivo de las redes sociales y pérdida de tiempo
  • Uso delictivo

Fuente: Un blog en red
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Cómo luchar contra el robo de identidad en las redes sociales

La suplantación de identidad de un(a) internauta es una táctica que suelen usar los menores que realizan ciberbullying así como algunos pederastas dentro de procesos de grooming.

El FBI diferencia dos tipos de pedófilos online: los que se contentan con coleccionar de forma anónima imágenes de pornografía infantil (compartiéndolas o no), y los que buscan el encuentro cara-a-cara con los menores (con intenciones sexuales). Estos últimos suelen crear identidades falsas, a menudo fingiendo ser también adolescentes. Fuente: (Stop Grooming!)

En otras ocasiones, roban la identidad de una menor, para acceder a datos de otras menores o lograr imágenes comprometedoras haciéndose pasar por esa amiga real.

En el caso de ciberbullying el abusón puede atacar a su víctima también desde una cuenta robada (de un amigo de la víctima por ejemplo) o bien puede robar la cuenta a la propia víctima para atacarla desde dentro.

Además, existen puntos flacos de los sistemas de cookies que pueden permitir el acceso ilícito a las cuentas.

Según informa María Lázaro Ávila, España encabeza, junto con Bulgaria, el ranking de países europeos con más víctimas de robos de identidad on line (Eurostat, febrero de 2011): un 7% de los españoles afirma haber sido víctima de abuso de información personal y violaciones de la privacidad, frente al 4% de media de la Unión Europea.

La primera denuncia por suplantación de personalidad online ante la Agencia Española de Protección de Datos española se remonta a febrero de 2009. En febrero de 2011 se conoció que la escritora Lucía Etxebarría había denunciado ante la Policía que en Twitter existía un perfil falso a su nombre desde el que alguien había estado insultando a sus fans y lanzando comentarios racistas, sexistas y contra los homosexuales.

Anteriormente, el Código Penal español consideraba delito usurpar un estado civil, usar públicamente un nombre supuesto y ocultar el nombre a la autoridad pública. En la reforma de 1995 se suprimieron los dos últimos delitos, y se mantuvo sólo la usurpación de estado civil, es decir, la suplantación completa de identidad en todos los actos de la vida, que se castiga con penas de prisión de seis meses a tres años. Supuestamente esto eliminó la posibilidad de denunciar perfiles falsos en Internet.

No obstante siguen existiendo delitos aplicables a estos casos, como los de amenazas, injurias, coacciones, etc. Además la suplantación de identidad puede tener implicaciones en cuanto a protección de datos personales, el derecho al honor, a la intimidad personal o familiar y a la propia imagen, entre otros.

Para denunciarlo, existen principalmente dos vías:

  1. Contactar con la empresa responsable de la red social online e iniciar el proceso administrativo que cada una tenga disponible, usualmente por incumplimiento de las condiciones de utilización.
  2. Recurrir a la Policía o la Guardia Civil.

Twitter, p.ej., considera una violación de sus reglas…

Usurpar la identidad. Se considera como tal fingir ser otra persona o empresa con la intención de engañar y confundir. No se considera sin embargo una violación si se trata de una cuenta de parodia, comentario, imitación o cuentas de admiradores/fans (…)

Para denunciar una suplantación, hay que enviar una solicitud desde la página de ayuda de Twitter y proporcionar ciertos datos. Twitter se compromete a investigar, solicitar más información por correo electrónico y suspender la cuenta implicada de forma permanente si se comprueba la violación.

Facebook dispone de opciones para denunciar suplantación de identidad. Hay que ir al perfil impostor y hacer clic en el enlace «Denunciar a esta persona», situado en la columna izquierda. A continuación, marca la casilla “Este perfil se está haciendo pasar por otra persona o es falso” y selecciona el motivo: “Se hace pasar por mí”, “Se hace pasar por alguien que conozco”, “Suplantación de una figura pública o una personalidad”, “Representa un negocio o una organización” o “No representa a una personal real”. Fácil y sencillo. El inconveniente es que no se proporciona feedback de que Facebook esté tramitando realmente la denuncia.

Fuente: Hablando en corto y elaboración propia.
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